En el vasto multiverso de las comparaciones imposibles que tanto nos flipan a los fans del cine y los cómics, hay una batalla que últimamente no deja de circular en redes, foros y debates infinitos: ¿quién ganaría entre Thanos y Homelander?. Dos villanos icónicos, dos titanes del poder… pero con una diferencia abismal que hace que este enfrentamiento dure menos que un chasquido con el Guantelete del Infinito.
Thanos ni se despeina ante Homelander
Si nos dejamos llevar por el hype que rodea a Homelander —el sádico superhéroe de The Boys (o «El Patriota», como lo conocen quienes han leído los cómics)— podríamos pensar que daría una batalla digna del Coliseo. Pero lo cierto es que, si lo enfrentamos al Thanos del Universo Cinematográfico de Marvel, la cosa pinta mal para el líder de Los Siete. Muy mal.
Para empezar, Thanos no sería el que iría a recibir el primer golpe. De hecho, ni siquiera tendría que levantarse del trono. Con su mera presencia y su ejército de élite, la Orden Oscura (o Hijos de Thanos), el Titán Loco ya jugaría con ventaja. Lo más curioso es que ni siquiera él tendría que intervenir directamente: cualquiera de sus generales podría barrer el suelo con Homelander… y aún sobraría potencia de fuego.
¿Te acuerdas de Ebony Maw, el villano con poderes telequinéticos que hacía levitar a Doctor Strange como si fuera una marioneta? Pues basta con imaginarlo enfrentándose al Patriota. Ni visión láser ni vuelo supersónico: Homelander quedaría reducido a cenizas psíquicas sin tener tiempo de reaccionar. Y eso sin contar al resto de la Orden Oscura como Proxima Midnight o Cull Obsidian, que también están en otra liga.
¿Pero y si Homelander se pusiera serio?
Vale, aceptamos pulpo como animal de compañía. Supongamos que Homelander va con todo: rayos por los ojos, fuerza bruta, velocidad sobrehumana. Pero aquí está la clave: Thanos no es sólo fuerza, es estrategia, experiencia y una capacidad de resistencia letal. Con o sin gemas del infinito, Thanos ha derrotado a oponentes mucho más poderosos y versátiles.
Homelander, por muy intimidante que sea, no ha demostrado combatir fuera de su zona de confort, ni ha tenido que enfrentarse a amenazas galácticas como los Vengadores o a planetas enteros. De hecho, la mayoría de sus victorias son más psicológicas que físicas. Su peligro radica más en cómo manipula a la sociedad y a sus aliados, no tanto en ser un guerrero hecho y derecho.
Además, hay un tema clave: la falta de entrenamiento y experiencia táctica. Mientras Thanos lleva milenios conquistando mundos y lidiando con titanes, dioses y hechiceros, Homelander apenas tiene el bagaje de un soldado mimado que siempre ha jugado con ventaja. Si a esto le sumas que Thanos ha doblegado incluso a Hulk sin una sola gema, la balanza se inclina sin duda hacia el Titán Loco.
¿Y si otra franquicia interviniera?
No podemos evitar imaginarnos una escena tipo Avengers: Endgame, pero con Homelander apareciendo entre teletransportes para unirse a la batalla. ¿Cambiaría algo? Probablemente no. De hecho, hasta el mismísimo Doctor Strange podría encerrarlo en un bucle temporal y dejarlo allí con su cara de superioridad… para siempre.
En este tipo de combates entre personajes de universos diferentes, suele haber un factor común: la sobrevaloración de ciertos antiheroes por su carisma y presencia audiovisual. Pero a la hora de la verdad, cuando hablamos de poder bruto, habilidades sobrenaturales y veteranía en combate, pocos pueden plantar cara a quien buscó y casi logró equilibrar el universo entero con un chasquido.
Así que sí, aunque sería un episodio épico de un What if…? digno de Marvel, la batalla entre Homelander y Thanos terminaría antes de que puedas decir «¡Yo soy inevitable!».
Y tú, ¿crees que el Patriota tendría alguna posibilidad contra el Titán Loco? Spoiler: no.